1. Resistencia y flexibilidad. Saltar es un auténtico deporte, y con él los niños pondrán a prueba su resistencia. Aguantar saltando es un ejercicio que puede ayudar a los niños a poner a prueba y a superar su límite de vigor. También contribuirá a que sean más ágiles y flexibles, además de rápidos, puesto que el ejercicio requiere de movimientos veloces y saltos muy seguidos.

2. Liberación de adrenalina. La energía que se gasta en el deporte se multiplica cuando se trata de un ejercicio de resistencia. Es el caso de saltar, que consiste en realizar saltos cortos y muy seguidos, así que liberarán mucha adrenalina.

3. Superación personal. Saltar es muy sencillo, pero también requiere de mucho esfuerzo, tesón y constancia. Es fácil de practicar, pero también cansa mucho, y los niños pueden poner a prueba la resistencia de su cuerpo viendo hasta cuánto pueden llegar a aguantar saltando y practicando deporte.

4. Coordinación y psicomotricidad. Otro de los grandes beneficios de saltar es la coordinación de brazos y piernas. La psicomotricidad se trabaja en este tipo de juegos, porque los músculos están en constante movimiento, sin confundir la manera de realizar los saltos y mover los brazos.

5. Diversión. Pero sobre todo, un gran beneficio de saltar es la diversión del juego en sí. Aunque se puede practicar en solitario, es un juego estupendo para llevar a cabo en grupo. Con distintas canciones específicas para este juego, los niños pueden pasar un rato de lo más agradable practicando deporte mientras de relacionan entre sí y se lo pasan en grande.

6. Ejercicio completo. Otra ventaja de saltar es que es una disciplina de lo más completa a nivel físico, porque se ponen en movimiento muchos músculos al mismo tiempo, desde los brazos a las piernas, pasando por el abdomen. Sobre todo es muy beneficioso para la articulación de las rodillas, y más aún si se practica desde la infancia.

7. Buena forma física. Pocos ejercicios queman tantas calorías como saltar. Es un ejercicio tan completo, que es muy fácil que el cuerpo tenga una buena forma física gracias a los saltos cortos, a la resistencia y a la coordinación de los brazos con las piernas. Por eso, es fundamental para los niños practicarlo, porque mantendrán el cuerpo tonificado y sin grasa.

8. Reflejos y equilibrio. Otra ventaja de que los niños salten es que aumentan sus reflejos y su capacidad de equilibrio, además de su visión espacial. Saltar requiere tesón y fuerza, pero también ser conscientes de la cantidad de saltos que deben darse, cómo de altos y en qué ritmo. También se requiere de equilibrio para no perderlo conforme se va saltando al son de las canciones o del ritmo en cuestión.